Una atención centrada en el adulto mayor
La oftalmología es una rama de la medicina muy amplia, en la cual tenemos subespecialidades marcadamente diferentes entre sí. Tenemos especialistas en córnea, retina, glaucoma, catarata, úvea, imágenes, refractiva, y la lista continúa y se amplía cada día más. Es parte del progreso y del avance de la ciencia. Esto hace también que la población que cada subespecialidad atiende sea más definida. En el caso de glaucoma y catarata, la mayor parte de mis pacientes son adultos mayores (cerca del 80%), y no es difícil darse cuenta de que las necesidades de una persona de 75 años que ha perdido la visión y su autosuficiencia, son muy distintas de las de un joven de 25 años que quiere dejar de usar lentes (con los que ve bien) para hacer deporte más cómodamente.
El adulto mayor requiere una terapia adecuada, sí, pero también una gran dosis de paciencia y comprensión. Requiere que entendamos que ya no hace las cosas a la velocidad de antes pero que tampoco es un incapaz; que puede tomar decisiones pero tras una explicación más pausada y que casi siempre prefiere tener a un familiar cerca por si más adelante no recuerda algo. Se sabe no tan fuerte como antes pero un adulto en todo sentido. Por ello, no requiere que lo ignoremos y le hablemos únicamente a su familiar, sino que lo hagamos parte del proceso de decisiones para su propio bienestar.
Una particularidad adicional es que el adulto mayor suele tener otros problemas de salud, y frecuentemente usa medicamentos para el corazón o riñones, los cuales debemos tener en cuenta para que no entren en conflicto con nuestro propio tratamiento.
Finalmente, en especial en aquellos con glaucoma, al ser esta una enfermedad crónica, debemos entender que formaremos parte de su círculo social. Porque para el adulto mayor, la visita al médico no es algo necesariamente negativo sino un momento en el cual será escuchado. Y muchas veces, además de las molestias oculares, querrá relatarnos alguna novedad personal o de su familia. Por eso requerimos tener una auténtica disposición a escucharlos y reconocer la importancia de sus emociones, algo que si bien se nos enseña teóricamente en la universidad, en el día a día requiere una intención y real afinidad por el adulto mayor.
Teniendo todo esto presente, fundé, junto dos grandes profesionales, Expert Vision Oftalmología Especializada, un centro oftalmológico donde el adulto mayor puede recibir el cuidado de acuerdo a sus necesidades visuales y emocionales, y cuya filosofía de Calidad antes que Cantidad nos ha hecho ganar la confianza de nuestros pacientes.
Al iniciar este proyecto, uno de los temores era que seamos consumidos por el mercado, dónde se atiende a una persona en diez minutos y no existe una verdadera relación Médico-Paciente, ese vínculo especial de confianza que permite la colaboración y el éxito del tratamiento. Ahora, algún tiempo después, e incluso con la pandemia encima, podemos ver que la gente, y en especial el adulto mayor, comprende que para tener un resultado satisfactorio, no podemos escatimar en tiempo ni paciencia, ni mucho menos, en calidez.
La oftalmología va a seguir progresando y la especialización va a ser cada vez más rigurosa; probablemente las cirugías y procedimientos que actualmente hacemos pasen a la historia como una anécdota médica más, sin embargo, la calidez, humanidad y dedicación son algo que jamás dejará de ser el centro de la actividad médica, o al menos no deberían dejar de serlo. Tal vez esta intención sea remar contra la marea, ya que cada vez más los seguros y el sistema en general despersonalizan la atención médica, pero nuestra misión es clara: dar un auténtico servicio humano y de calidad, especialmente centrado en las necesidades del adulto mayor.